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Punto de nieve

Punto de nieve 150 150 Miguel A. Lurueña
Cuando era pequeño me llamaba poderosamente la atención cómo a partir de una simple clara de huevo, una especie de líquido transparente-amarillento de apariencia viscosa, se puede conseguir algo que a mi me parecía sacado de un cuento de fantasía: una majestuosa especie de nube de color blanco inmaculado. Para rematar mis delirios fantásticos, resulta que eso recibía el nombre de «punto de nieve»… Hoy en día conozco el proceso que hace que esto sea posible, pero no por ello deja de parecerme, cuanto menos, curioso. ¿Quieres conocerlo tú también? 
Como siempre, para comprender mejor la respuesta a la pregunta que encabeza este post es necesario saber antes algunas cosas.
El huevo
Como sabes, un huevo está formado por una cáscara en el interior de la cual hay una yema, compuesta principalmente por lípidos, vitaminas y minerales, que constituye el óvulo que hace posible la reproducción del animal que lo produce. Quizá pienses (o quizá no) que en el interior de un huevo la yema reposa sobre el fondo, pero no es así. La yema está suspendida en el centro del huevo, rodeada por la clara. La clara está formada principalmente por agua y proteínas, y tiene principalmente dos funciones. La primera de ellas es la de proteger la yema, constituyendo una barrera física, y también una barrera química, ya que su elevado pH dificulta el paso de microorganismos (por cierto, es uno de los pocos alimentos con pH básico). La segunda función es la de aportar nutrientes para el crecimiento del embrión.
Se podría decir que esto es pop art biológico (Fuente)
Composición de la clara de huevo
La clara representa aproximadamente un 60% del peso del huevo y, como acabamos de mencionar, está compuesta principalmente por agua y por una serie de proteínas, entre las que se encuentran: ovoalbúmina, ovotransferrina (o conalbúmina), ovomucoide, ovoglobulina G2, ovoglobulina G3, ovomucina, lisozima, ovoinhibidor, ovoglicoproteína, flavoproteína, ovomacroglobulina, avidina, cistatina…y así hasta cuarenta compuestos. Este conjuto de proteínas constituye lo que se suele denominar «la proteína del huevo». Como puedes imaginar dada su composición, la proteína del huevo es muy completa y tiene un elevado valor biológico, hasta el punto que es considarada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como la proteína de referencia. 

Por si no lo sabías, esto es un huevo (Fuente)
Punto de nieve
En definitiva, la clara del huevo está formada por una mezcla de agua y proteínas. Cuando batimos una clara hasta alcanzar el punto de nieve, lo que estamos haciendo es incorporar aire a esa mezcla. Pero, ¿por qué el aire queda retenido y no se escapa? Esto es posible gracias a algunas de las proteínas que hemos mencionado anteriormente, principalmente ovotransferrina y ovomucina. Estas proteínas son compuestos tensioactivos, con una parte hidrófoba (que rechaza el agua) y otra parte hidrófila (que atrae el agua), lo que quiere decir que son capaces de unirse a la vez al aire y al agua. Es decir, estas proteínas se sitúan entre el aire y el agua (zona que se llama interfase), rodeando el aire y haciendo posible su dispersión en el agua de la clara. Es algo similar a lo que ocurre en la leche con la grasa y el agua, como ya vimos aquí.

Esto es lo que sucede entre las proteínas, el agua y el aire (Fuente)

Cuando comenzamos a batir, las burbujas de aire que se incorporan a la clara son grandes, pero a medida que continuamos batiendo su tamaño disminuye. Esto aumenta la estabilidad de nuestra mezcla de aire y agua, ya que conseguimos que las fuerzas de tensión superficial, que son las que mantienen las proteínas entre el aire y el agua, sean mayores que la fuerza de la gravedad, que es la que hace que el agua tenga tendencia a ir hacia el fondo del recipiente. Esta es la razón por la cual una clara batida es más estable que otra menos batida.

Un poco de nieve de gallina (Fuente)

La estabilidad de esta espuma se ve reforzada por otro fenómeno. Algo que también sucede cuando comenzamos a batir es que las proteínas que hemos mencionado se desnaturalizan por el efecto de la agitación, es decir, pierden su estructura original. Imagina un matasuegras enrollado. Esa es la estructura original de una proteína globular como las que hay en la clara de huevo. Cuando batimos, lo que hacemos es «soplar el matasuegras», es decir, la estructura de la proteína se desenrolla porque rompemos los enlaces que hacían esto posible. Ahora tenemos proteínas con forma alargada y con átomos capaces de unirse a otros átomos que estén libres como ellos. Así, unas proteínas se unen con otras formando una red o matriz. Esta matriz es una estructura tridimensional (imagina una esponja) que dan rigidez a la interfase aire-agua, es decir, que hace que la espuma sea más estable.

Debes tener en cuenta…
Hay dos errores que suele cometer un cocinero inexperto:

  • el primero de ellos es batir en exceso. Como sabrás, se considera que el punto de nieve adecuado se consigue cuando al dar la vuelta al recipiente la espuma no se cae. Si una vez llegados a este punto continuamos batiendo, conseguiremos un efecto contrario al deseado: acabar con la estabilidad de nuestra maravillosa espuma. Para esto hay dos explicaciones. Si batimos en exceso, es decir, si continuamos batiendo la espuma una vez que se han formado los enlaces necesarios para la unión del aire y el agua, lo que provocamos es que las proteínas continúen formando enlaces entre sí. Así, llega un momento en el que las burbujas de aire no tendrán espacio físico para permanecer dispersas y serán expulsadas hacia el exterior de la espuma. Otra explicación a lo que sucede es que el exceso de batido provoca una disociación de las proteínas, lo que hace que la espuma no sea uniforme. 
  • el segundo error frecuente a la hora de montar claras a punto de nieve suele deberse a la presencia de parte de la yema del huevo. La yema contiene compuestos tensioactivos (algunos lípidos) que se unen a las proteínas de las claras e impiden que éstas formen una red, haciendo que la interfase aire-agua sea más débil. Concretamente lo que sucede es que las grasas de las yemas se unen a las partes hidrófobas (recuerda que repelen el agua) de las proteínas de las claras, reduciendo así su disponibilidad para unirse al aire. Este riesgo se corre en presencia de cualquier otra grasa. Es por eso que se recomienda que el recipiente en el que batimos no sea de plástico (podría tener restos de grasa, ya que es muy difícil de eliminar de este tipo de recipientes). Si añadimos las yemas una vez que se ha formado la espuma, no hay peligro de echar a perder su estructura, ya que las proteínas ya están ocupadas y no se unirán a los lípidos de las yemas. Truco: esto es lo que hace mucha gente cuando cocina tortilla de patata, así queda mucho más jugosa.

Algunos trucos

Algunas personas añaden algún ácido, como zumo de limón o vinagre, para facilitar el montado de las claras. Eso se debe a que los ácidos favorecen la desnaturalización de las proteínas ya que los iones hidrógeno que aportan los ácidos rompen los enlaces que mantienen plegadas las proteínas (recuerda el ejemplo del matasuegras). Además, los iones hidrógeno evitan en cierta medida la repulsión entre las proteínas, favoreciendo así la formación de una estructura estable. Esto último es lo que se consigue también cuando se añade sal, otro truco que emplea mucha gente a la hora de montar las claras.
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Suflé

Como sabes, para cocinar un suflé, introducimos las claras a punto de nieve en el horno. Supongo que habrás oído muchas veces que no se debe abrir la puerta del horno mientras dure el proceso, ya que el suflé «se baja». Mientras el horno está caliente la estructura se mantiene: las burbujas de aire del interior y el aire del horno están a la misma temperatura. Llega un momento en el que las proteínas coagulan por efecto del calor, manteniendo la estructura estable aunque el producto se enfríe. Pero debes tener en cuenta que si abrimos la puerta del horno antes de que las proteínas coagulen, la temperatura desciende bruscamente y las burbujas de aire se contraen, lo que provoca que la estructura se desinfle.
Esto de extraña apariencia es un suflé. (Fuente)
¿Por qué ese color blanco? 
Si teníamos un líquido viscoso de color amarillo-transparente, ¿por qué ahora tenemos una espuma de color blanco? La apariencia de la clara del huevo antes de batirla se debe al efecto Tyndall (puedes saber más cosas sobre eso aquí). Cuando batimos, la estructura de las proteínas cambia y se forma una estructura diferente. Esto hace que la dispersión de la luz que llega hasta ellas también sea diferente, lo que hace que apreciemos ese color blanco.
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